viernes, 22 de agosto de 2008

FUEGO EN LA MONCLOA

Colaboración: FUEGO EN LA MONCLOA
España Liberal (Enviado por: Juan Escribano Valero)
Esto que les cuento es pura ficción, de vacaciones viene bien fantasear. Cualquier coincidencia con la realidad es por casualidad. Quizá usted lector amigo piense que algo hay de realidad, por favor, dígamelo.
Aquel día, en el parque de bomberos de Moncloa reinaba la paz, unos jugaban a las cartas, otros leían la prensa deportiva y un pequeño grupo estaba en animada tertulia intentando arreglar España, de pronto sonó el teléfono, el jefe descolgó el aparato colgándolo casi de inmediato y pulsando el botón de alarma, los bomberos con la celeridad que les es característica dejaron sus entretenimientos y en un decir amen estaban subidos en sus vehículos perfectamente equipados y haciendo sonar las sirenas de sus vehículos especiales, salieron del parque a toda pastilla con dirección al palacio de la Moncloa.
En la puerta de palacio eran detenidos por el agente de guardia. –¿Dónde van ustedes?- El jefe de los bomberos exclamó -¡Como que donde vamos! ¡Apagar el fuego!- El agente volvió a preguntar -¿Que fuego?- El jefe de los bomberos explicó –Hemos recibido una llamada comunicándonos que salía mucho humo del palacio de la Moncloa, y..- El oficial de guardia le cortó –Mire jefe, lo que ocurre, es que el señor presidente y su ministro de industria señor Sebastián, se han puesto a pensar como salir de la crisis y, claro, lo han hecho con tanta intensidad que no vea usted el humo que salía de sus cholas- El jefe de los bomberos se echo las manos a la cabeza y exclamó –¡Madre mía!- Luego mirando al cielo rezó –Virgencita, virgencita que me quede como estoy-
No le faltaba motivos al jefe de los bomberos para esta oración.El oficial de guardia le aclaró –No se ponga usted a si, el señor Sevilla ha estado con el presi no solo dos tardes, sino todas las tardes de la semana- El jefe de los bomberos volvió a echarse las manos a la cabeza y exclamó - ¡Madre mía, la que nos espera! –Y dirigiéndose a sus hombres les mandó regresar al cuartelillo.
Un vez en el parque de bomberos el jefe dijo a sus subordinados. –Vamos hacer una colecta para comprar un casco budista y regalárselo al Presidente, dicen que ese casco ayuda a tomar decisiones acertadas-.

No hay comentarios: