martes, 23 de enero de 2007

EL DEBATE

El debate parlamentario del pasado día 15 me recordó un chiste que no me resisto a contar.
Los señores Zampo y Royo estaban enemistados, un día, Royo se dirige a Zampo y le dice:
-¿Por qué hemos de vivir así? Es absurdo que dos vecinos se odien. ¿No podíamos hacer las paces?
-Ciertamente- replica Zampo prontamente.
-Bien; entonces para demostrarte mi buena voluntad –dice Royo-. Te deseo a ti todo el mal que a mí puedas desearme.
A lo que Zampo, iracundo, replica:
-¡No empieces otra vez... !. ¡No empieces!
Después de sonreír, vamos al debate. Confieso que sentí pena del señor Rodríguez Zapatero, que le voy hacer, soy así de sensible; cuando le vi en la tribuna de oradores, descompuesto, más sonado que las maracas de Machín, reclamando para sí la autoría del Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo, acusando al señor Rajoy de haber dicho en su día que con ese Pacto, él, se esta sacando un conejo de la chistera, no lo pude remediar, me sentí más tierno que un filete de lechal y, sentí compasión por el señor ZP, pues pensé que dado su nerviosismo no se daba cuenta de que estaba elogiando al señor Rajoy, su adversario, pues si bien es cierto que en su día se burlo de él, también lo es, que después de su aceptación y firma por José Luis Rodríguez Zapatero y Javier Arenas, el 12/12/2000, vio Que lejos de ser un juego de prestidigitación era una buena herramienta para luchar contra el terrorismo, lo cumplió, y a partir de febrero de 2001 lo hizo cumplir al ser nombrado Ministro del Interior, y hoy, lo defiende a capa y espada sin tener en cuenta que es una idea del adversario, demostrando así su hombría de bien. ¿Podemos decir lo mismo del señor Rodríguez Zapatero? Según informaciones en diferentes medios, nos es lícito sospechar que mientras proponía y firmaba con el PP el Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo, con muertos sobre la mesa negociaba con la banda terrorista ETA, y hoy ya vemos como cumple con su propia idea ¿lo hacia como homenaje a su abuelo? Pues ya sabemos que era agente doble. (“La Gran Revancha” Isabel Durán y Carlos Dávila)
Al iniciar el debate, el señor ZP reconoció que estuvo errado cuando el día antes del atentado nos contó el cuento de la lechera. (¿por qué será que en un principio he escrito errado con h? Me he dado cuenta en el tercer repaso y he corregido el error, o..., quizá no debí hacerlo) Yo creí que había aprendido la lección, que ya no intentaría venderle más leche a ETA, pues esta puede romperle la jarra cuando interese a sus fines, pero de eso nada, el señor ZP sigue R que R, como él no paga, tanto la leche derramada, como la jarra rota, la pagamos todos los españoles en vidas, dignidad, libertad, justicia, y dineros.
Juan Escribano Valero

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