Mi amiga María que desde su bloc MI PLUMA DE CRISTAL siempre nos invita a reflexionar, en esta ocasión nos invita a que sustituyamos la palabra crisis por la palabra humor, optimismo, en fin algo alegre, yo le prometí contar una de mis infantiles travesuras, y hoy, cumplo esta promesa.
Después de la lluvia, quedó buena tarde, sin que ni mi hija ni mi mujer se dieran cuanta cogí las botas de agua de Juan, 10 años, y Luis, 4 años, y los tres nos fuimos a una plazuela cercana a pisar charcos, fue divertidísimo, era una gozada oír, ver reír, y gritar, tanto a Juan como a Luis cada vez que les salpicaba el agua o cada vez que conseguían salpicarme a mí, era tal el escándalo que metíamos, que de un bar salió un señor de unos 35 o 40 años, nos pidió permiso para unirse al juego, y los 4 nos lo pasamos fenomenal, tanto, que una viejecita que se apoyaba en un bastón, no se pudo reprimir y también dio un pisotón en un charco y, me puso de agua perdido, la pobre mujer pidió perdón y le dije, señora puede seguir que esto es estupendo, Luis cogió a la viejecita de la mano y la llevo a un charco diciéndole que pisara fuerte cuando se acercara su abuelo.
Cuando ya nos rindió el cansancio, el señor que estaba jugando con nosotros y que era dueño del bar, nos invito porque según dijo, hacía muchos años que no se divertía tanto, preparó dos estupendos bocadillos de jamón y queso para los chicos, y para nosotros dos cañitas con pincho de tortilla.
Es divertidísimo, aconsejo que lo hagáis en cuanto os sea posible.
PD. La gente se quedaba mirándonos muy divertida.
Su beso
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Cerré mis ojos en un intento por abandonarme al sueño, sabiendo que
una vez más estaría plagado de su recuerdo, de sus besos, de sus caricias
plasm...
Hace 11 años
13 comentarios:
A día de hoy con mis años a cuestas, no me resisto en los días de lluvia a chapotear en los charcos, es una costumbre adquirida en mi infancia a la jamás he renunciado al hacerme mayor, ha habido veces que me incluso me he marcado unos pasos de baile al más puro estilo de Gene Kelly.
Es una terapia que recomiendo...
Saludos
Que hermoso lo que cuentas Juan, mira como cambian las cosas con algo tan simple, será la felicidad más simple de lo que creemos? Te mando un beso y ay esos nietos tuyos que abuelo mas maravilloso les tocó en suerte.
Jajajajaj ¡qué bueno! os estoy imaginando chapurreando por los charcos, si es que a los niños les encanta, y también a los que nos somos niños, me encantó tu aventura, Juan, muy divertida, y además, aconsejable para pasar unos momentos de risa y diversión con los hijos y nietos, y los que también se apunten jajajaaja.
Gracias, amigo, por mencionarme y por hacerme pasar un rato divertido con tu post.
Dale a Amparo muchos besos de mi parte y también para ti.
Juan... ha sido estupendo leer este post.
Recuerdo que de chico a mí tb me gustaba calzarme las botas de agua y pisar por todos los charcos, camino de casa cuando salía del cole... O en bici, pillar tb todos los charcos e ir a toda pastilla con las piernas en el manillar...
Ahora es que no tengo botas de agua... jeje, pero sí que es divertido, sí.
Un Abrazo.
HOLA JUAN ME HAS HECHO REIR PUES A MÍ TAMBIÉN ME GUSTA PISAR CHARCOS Y LO HE HECHO UNAS CUANTAS VECES PERO SIN BOTAS Y TIENES RAZÓN ES DIVERTIDÍSIMO AUNQUE TODAVÍA NO ME HE ESTRENADO CON LAS NIETAS ASÍ QUE ME HAS DADO UNA MUY BUENA IDEA.GRACIAS POR TU COMENTARIO EN MI BLOG Y POR VERME CON TAN BUENOS OJOS YA QUE ESTA MOZUELA TIENE 62 AÑÓS, ESO SÍ MUY ORGULLOSA DE TENERLOS.UN SALUDO PASADO POR CHARCO DE AGUA PARA TÍ Y LOS TUYOS :-))
me ha encantado lo que cuentas y como lo narras. un abrazo.
Qué genial, Juan. El próximo día de lluvia voy a seguir tu consejo y me llevaré a mis sobrinos a chapotear en todos los charcos posibles. Ya me lo estoy imaginando, seguro que lo pasamos super bien...
Un abrazo y gracias por el buen rollito, Juan.
hermoso texto ya ves estamos unidos a traves de la distancia de nuestros textos
Qué será que los abuelos se sueltan un montón con los nietos, se lo perdonan todo y hala, cuando con los hijos fueron por momentos imperdonables?
Sí, Juan, comparto tu opinión el post de María creo que nos hizo arrancarle una sonrisa al rostro, que ya es.
Besos y un abrazo.
Hola, Juan:
Estoy leyendo tu divertida entrada, y mientras tanto llueve a cantaros, me están dando ganas de salir a mojarme un poco chapoteando entre los charcos. De niño solía hacerlo y realmente era muy divertido, hoy me detiene un persistente resfriado.
Qué suerte tienen tus nietos,
Abrazos.
Muy apreciado Juan,
Seguire tu recomendacion mi muy querido y siempre admirado amigo y magnifico ser humano
Juan antetodo gracias por tus visitas a mi blog, es estupendo encontrarte siempre, además eso hace que como un imán yo vuelva aqui, me ha encantado eso de pisar charcos, y es que hacer lo que a uno le apetece cuando le aptezca, no tienen precio, muchas veces nuestro sentido del ridículo nos impide liberarnos y nos perdemos un montón de cosas, no sabes la envidia que me ha dado y lo que me habría gustado estar ahí pisando charcos con vosotros...quizás un dia.
Un beso Juan se nota que eres un hombre feliz, eso lo desprendes y es estupendo porque nos haces sentir participes de todo lo que sientes.
Pues si Juan, cambiemos la palabra "crisis" por la palabra optimismo, pero tambien por la palabra lucha,por la palabra trabajo, por la palabra honestidad y la palabra solidaridad.., y entre todos..ya no hara falta cambiarla, la habremos borrado para siempre del mapa
Un muy fuerte abrazo, para ti y toda tu familia
Espero estes bien
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