Pon altavoces. El video no me ha salido muy bien pero el villancico me gusta espero que a ti también te guste.
Estamos en Navidad. Entre poner el Belén, cantar villancicos, escribir la carta a los Reyes, ir con mis nietos a llevar esa carta a los mensajeros reales etc. no tendré tiempo para escribir nuevos artículos a si que me despido hasta después de Reyes deseando a todo el que me honra con su visita que este espíritu de Amor que nos nace en Navidad sea una constante en su vida.
Te dejo este articulito que publique en 2006
Cabalgando sobre un viento gélido con sabor a hielo, lluvia y nieve, nos llega la Navidad; la Navidad y la Pascua de Resurrección son las fiestas más importantes que tenemos los cristianos. La Pascua, es la fiesta de la Esperanza, la Navidad, es la fiesta de los recuerdos, ¡si! Pero también, la fiesta de los besos, de los abrazos, de la alegría, de la ilusión, de la comunicación con nuestro prójimo, es, ¡la fiesta del Amor!. En mi casa se reúnen para cenar todos mis hijos y nietos (a mí me toca en noche-buena, a los otros padres en noche-vieja) es una gozada ver como se quieren, como se ríen con las ocurrencias de unos y otros, como cantan los villancicos, a pesar de que cantan muy mal.
Hace ya muchos años que un hombre muy viejo me enseño a rezar, también a su mesa acudían sus hijos y nietos en las fiestas y, el día de la matanza, un día fui invitado a comer en su casa, él presidía la mesa, cogió el pan y con la punta de su navaja trazó una cruz en el envés de la hogaza, cortó el cantero (el cantero es el primer trozo de la hogaza y es el preferido) que dio a su mujer, esta se lo ofreció no a su hijo, ni a sus hijas, fue a su nuera a quien dijo poco más a menos “ya sabes hija que yo no masco bien la corteza”. Un día, acompañé al viejo a regar un pequeño huerto que tenia cerca de su casa, con la azada abrió la compuerta de la cacera y, cuando vio como el agua corría zigzagueando entre los caballones sobre los cuales crecían espléndidas matas de judías, apoyándose sobre el mango de la azada levantó los ojos al cielo y exclamó. “Dios ¿te has fijado que judías mas hermosas tenemos?” Esta oración la he rezado muchas veces a lo largo de mi vida, pero en la Navidad de una manera muy especial, con los ojos humedecidos con lágrimas de emoción y gratitud, levanto mis ojos al cielo y rezo, Dios ¿te has fijado que hijos y nietos más buenos tenemos? ¡Y que mal cantan! A todos cuantos me honran con su visita ¡¡FELIZ NAVIDAD!!